Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro

Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro - Historia iconográfica

Anónimo Malagueño del siglo XIX
La primera imagen titular de esta Hermandad, era una anónima malagueña del siglo XIX. El tamaño de esta imagen era de un metro y veinte centímetros, a la cual se le rendía gran veneración. La fama de milagrosa puso alrededor de esta imagen, una aureola de popularidad que la hizo interesantísima, colocándola en lugar preferente en la iconografía favorita de los malagueños.
Esta imagen, primitiva de la Hermandad y procesionada por vez primera en 1898, era propiedad del santuario de la Victoria y fue trasladada a la parroquia de la Merced en 1916, donde la robaron sin que hasta hoy tengamos noticias de ella.
Tras el robo, la Hermandad adquirió para la Semana Santa de 1917, una nueva imagen del Cristo Yacente a los Talleres de Olot (Gerona). A partir de entonces y con el revulsivo que supuso para la Semana Santa de Málaga, la fundación de la Agrupación de Cofradías en 1921, el patrimonio artístico y la consecución de un trono-catafalco, serían las metas más próximas, objetivos que se truncaron en gran parte en el trienio 1936-1939, como consecuencia de la Guerra Civil Española, sufriendo la Hermandad importantísimas pérdidas, tanto en su patrimonio artístico como en el iconográfico, siendo la más significativa la desaparición de sus Sagrados Titulares en 1936. Finalizado tan lamentable período de nuestra historia y normalizada de nuevo la actividad religiosa, fue la adquisición de nuevas imágenes el primer y lógico objetivo de la Hermandad.

Autor:  Nicolás Prados López – 1938
En Junta de Gobierno de fecha 27 de diciembre de 1937, se da cuenta del interés de un joven escultor granadino llamado Nicolás Prados López, para realizar la imagen del Cristo Yacente. En el mismo mes y tras ser aprobado en la citada Junta, se le hace el encargo formal al escultor. Para sufragar los gastos del pago de la citada imagen, se hizo una suscripción entre los hermanos. Esta nueva imagen fue bendecida el día 8 de abril de 1938 en una solemne función religiosa en la iglesia de la Victoria, siendo entonces Obispo de la Diócesis de Málaga Don Balbino Olivera, asistiendo al acto todas las autoridades provinciales y locales.
Por expreso deseo del Prelado, de común acuerdo con la entidad agrupacional de las cofradías malagueñas y tras ser bendecida la imagen, Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro, acompañado de Nuestra Señora de los Dolores de la Terciaria Orden de Siervos de María, formaron única, muy religiosa y  solemne procesión el Viernes Santo de 1938. La recogida de la imagen del Santo Sepulcro fue en su sede Canónica (iglesia de la Victoria) y  la Virgen de los Dolores, en la Catedral.

Autor: Julio de Vicens – 1943
En el año de 1943, y tras llevar la talla de Prados López cinco años recibiendo culto, la Hermandad procesiona una nueva imagen del escultor madrileño Julio de Vicens. Este Cristo se presenta incorporado en el mismo lecho, formando un sólo cuerpo tallado sobre dos altos cojines y sobre una sábana igualmente de la misma talla. Aparece completamente desnudo, solamente cubierta su pierna derecha y el bajo vientre.
Por lo que se deduce de la documentación gráfica, su expresión parece más de una persona dulcemente dormida, exenta completamente de cualquier barroquismo de cuerpo lacerado y humillado, bañado en su sangre redentora.
Coincidiendo con la restauración el trono-catafalco en el prestigioso taller de arte sacro y religioso del Padre Félix Granda en Madrid, autor original del proyecto de Moreno Carbonero, le fue ofrecida a la Hermandad por esta Casa, la imagen de Julio de Vicens, quien había cedido los derechos de venta a dicho taller. Antes de tomar una decisión, la Hermandad accedió a procesionar la imagen sobre el Trono recientemente restaurado y tener así  más elementos de juicio al respecto, lo que sin duda contribuyó, con independencia de su coste, a la decisión de rechazar la oferta.

TITULAR ACTUAL – Nicolás Prados López
Después del rechazo de la imagen de Julio de Vicens, la Hermandad decide mantener y procesionar nuevamente la de Nicolás Prados López, que empieza a  tener una devoción multitudinaria de la feligresía malagueña.
En el año 2006, debido a los deterioros que la imagen presentaba, sobre todo en su policromía, se decidió en Junta de Gobierno llevarla a los talleres de Miñarro en Sevilla para su restauración.
Tras recibirla en el año 2007, los resultados de la intervención fueron muy notables y satisfactorios, produciendo el consenso positivo de toda la Junta de Gobierno