Anónimo Malagueño del Siglo XVII (1899 – 1914)
Esta imagen, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Soledad, fue la primera Titular de la Hermandad desde 1899, año de su primera salida procesional hasta 1914, según datos recogidos del diario local “El Regional” de fecha 18 de marzo de 1918, en el cual figuraba el siguiente párrafo: “Desde el año 1893 en que, según ya se ha dicho, se fundó esta Real Cofradía, hasta el 98 no salió procesionalmente. Entonces se sacó solamente el Santo Sepulcro, pero al otro año (1899) ya figuró en la procesión una Dolorosa, propiedad del mayordomo Don Juan Serrano Ruano, la cual ha figurado en las procesiones de esta Real Cofradía hasta 1914”.
Viendo la documentación gráfica que ha llegado hasta nuestros días, se trata de una imagen dolorosa de rasgos muy acusados, con la cabeza inclinada hacia la izquierda y con mirada hacia arriba que se aprecia perdida. Sus manos van juntas, pero curiosamente no entrelazadas, sino que una, la derecha, circunda a la otra mano, dando además la impresión de que ambas están un poco desplazadas hacia la derecha, tomando como punto de referencia el centro del cuerpo.
Anónimo malagueño del siglo XIX (1914 – 1936)
Esta imagen, era una escultura característica del estilo de la iconografía dolorosa malagueña del siglo XIX, y encasillada próxima al arte de los Gutiérrez de León donde la expresión y los rasgos dolorosos iban por encima de la belleza formal de primera escultura.
También podemos encontrar otra reseña al respecto en el periódico de Málaga “El Cronista” de fecha 4 de abril de 1914: “Un importante regalo de D. José Álvarez Net, consistente en una Virgen de la Soledad, la que sale este año en sustitución de la antigua. Dicha imagen ha sido traída de París, habiendo ascendido su coste a cerca de 2.000 pesetas; es algo mayor del tamaño natural. Al igual que ocurrió con la imagen del Señor, también esta magnífica dolorosa se perdió en los desórdenes de 1936”.
Parece ser que a raíz de esta pérdida, D. Teodoro Simó, directivo de la Hermandad, ofreció una imagen, cuya hechura realizaría él mismo. Por no estar terminada la citada talla, D. Teodoro, y a través de un familiar de otro directivo, consiguió una imagen la cual fue restaurada por D. Francisco Palma de forma totalmente desinteresada. Posteriormente el Señor Simó, en una de las reuniones de Junta de Gobierno, obsequiaría la talla de la Virgen realizada por el mismo, pero que no llegó a ser procesionada.
Tanto los paraderos de estas imágenes, así como las tallas, son totalmente desconocidos no existiendo documentación que haga referencia a ellas. Es lícito pensar que si estos datos son totalmente ciertos, la calidad de ambas imágenes debía de ser de poco valor artístico.
Autor – José Merino Román – 1938
Quiso Dios que la Cofradía de la Hiniesta de Sevilla, no quedase satisfecha con una talla de María Santísima, previamente encargada y bajo unas condiciones muy concretas. Efectivamente, esta imagen es obra del imaginero malagueño, afincado en Sevilla, D. José Merino Román, y le fue encargada por la citada cofradía sevillana, la cual no llegó a adquirirla por no ser réplica exacta de la antigua y desaparecida imagen, condición que acordó la cofradía con el imaginero. Ésta dejó la talla de Merino y encargó otra a Castillo Lastrucci, que es actualmente la imagen titular, siendo por ello por lo que la Virgen de la Soledad presenta cierto parecido con la antigua talla de esa Cofradía.
En 1935, la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad Sacramental Ánimas Benditas y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias, conocida como la Hermandad de los Gitanos, se interesó por la talla que el artista malagueño había realizado para la Hiniesta. Los cofrades querían sustituir la imagen de su titular mariana, obra de José Montes de Oca. Los motivos se desconocen, aunque se apunta el deseo de preservarla ante la incertidumbre de aquellos años; este argumento, sin embargo, se desmorona si se analizan los hechos que sucedieron posteriormente.
La imagen fue adquirida por la Hermandad y bendecida en San Román en la tarde del jueves 4 de abril de 1935. La ceremonia comenzó a las seis de la tarde y estuvo presidida por el cardenal Eustaquio Ilundaín. La nueva imagen de las Angustias de la Hermandad de los Gitanos ya recibía culto, y durante los días 10, 11 y 12 de abril se celebró un triduo.
En Sevilla, pasada la Semana Santa, la Hermandad de los Gitanos decidió restituir la anterior imagen titular y devolver a Merino Román su obra. Tristemente, la Virgen de las Angustias, de Montes de Oca, sería destruida en el inicio de la Guerra Civil. El comienzo de la contienda causó igualmente la pérdida de las dos imágenes titulares de la Hermandad del Sepulcro.
TITULAR ACTUAL – José Merino Román
La Hermandad del Santo Sepulcro, decidió por pleno acuerdo comprar la citada talla, cuyo contrato de compra fecha del 11 de abril de 1938. No sabemos con exactitud la fecha de bendición de Nuestra Señora de la Soledad, pero se puede deducir que debió de ser entre finales de abril y principios de mayo de 1938.
Esta imagen fue procesionada por vez primera en 1939 en el antiguo trono gótico-tardío, el cual no sufrió daño alguno en los desórdenes de 1936. De esta forma, la Hermandad rinde culto a una imagen salida de la gubia de un malagueño, con unas características propias y muy particulares, siendo la única dolorosa de Merino Román que se procesiona por las calles de Málaga.
Por el archivo fotográfico que se conserva de esta imagen, ésta debió de sufrir una restauración desconocida e indocumentada, de una calidad que deja mucho que desear y en la cual, inexplicablemente, se le cambió la posición de las lágrimas de su lugar de origen. Es lógico pensar que esto, pudiera ser fruto incluso de los propios hermanos, que no iniciados en la materia y en un intento voluntarioso de retocar parte deteriorada de la talla, emplearan la forma y los materiales menos adecuados para ello. Posteriormente, y para la Semana Santa de 1973, el imaginero sevillano D. Luis Álvarez Duarte le haría una completa y necesaria restauración, en la cual, se le tallaron unas nuevas manos que sustituyeron a las primitivas, las cuales, eran de muy escaso valor artístico.
También se le cambió la encarnadura completa debido a que la anterior se encontraba en muy mal estado y en la que se apreciaron tintes y esmaltes impropios para estos menesteres, a la vez que se le pusieron unas nuevas pestañas, muy deficientes.
Tras la salida procesional del año 2005, la imagen de Nuestra Señora de la Soledad es enviada a los talleres de D. Juan Manuel Miñarro López en Sevilla para su restauración.