Autor: ANDRÉS RODRÍGUEZ ZAPATA – Tallista
La primera salida procesional de la Real Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro acaeció en la Semana Santa de 1898 con una imagen del Cristo Yacente propiedad de la Iglesia de la Victoria. Esta primitiva imagen medía un metro y veinte centímetros, llegando a adquirir gran popularidad y fama de milagrosa. Ese mismo año la imagen fue procesionada en un trono neogótico obra del tallista malagueño Andrés Rodríguez Zapata.
El trono se componía de dos cuerpos: el inferior con forma de cajillo y realizado en madera tallada y policromada, poseía elementos gotizantes, columnillas salomónicas y cuatro pequeños arbotantes en las esquinas que soportaban un juego de globos y tulipas; el cuerpo superior consistía en una urna de cristal, en la cual yacía la imagen de Cristo Yacente, y una crestería coronada de penachos de plumas.
El trono de Rodríguez Zapata se procesionó hasta el año 1926, pero desde 1917 lo hacía con una imagen de los talleres de Olot de Gerona, debido a que la anterior y primitiva talla fue robada en la desaparecida Iglesia de la Merced, sin que hasta el día de hoy se conozca el misterio que envuelve a tan desafortunada desaparición.
Tras la nueva adquisición del mencionado Cristo Yacente en 1917, se introdujeron una serie de cambios en el trono de Rodríguez Zapata, tales como la elevación de la urna del plano del basamento del trono, y la colocación de ocho arbotantes dorados de estilo gótico que portaban noventa luces.
Autor: FRANCISCO PALMA GARCÍA – Escultor
En 1921, y coincidiendo con la fundación de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, la Hermandad del Santo Sepulcro tiene en proyecto la adquisición de un nuevo trono para el Señor, que sin duda alguna pasaría a dar mayor solemnidad a los futuros desfiles procesionales. Cabe la posibilidad, aunque ciertamente no documentada, que para este fin, se sacara a concurso en 1924 lo que sería el futuro trono de Nuestro Padre Jesús del Santo Sepulcro, pues la Hermandad recibió dos diseños con tal fin.
Uno de ellos era del escultor antequerano Francisco Palma García (1887-1938), que no se llegó a realizar, siendo el otro del entonces ya famoso pintor malagueño José Moreno Carbonero (1858-1942).
El proyecto de Palma García, es conocido gracias a un fotograbado de la época que posee la Hermandad. Este diseño estaba realizado con nobles maderas talladas en un estilo neogótico, continuando así la tradición estilística que hasta ese momento marcaba la Hermandad del Santo Sepulcro. Estaba compuesto de dos cuerpos jerarquizados; el inferior con cuatro ángeles alados en sus esquinas, y el superior con la Imagen Yacente del Cristo. En el centro aparece un gran relieve enmarcado por un arco conopial con el tema de la Piedad.
Diseñador: JOSÉ MORENO CARBONERO
Autor: Talleres de arte sacro del Padre D. Félix Granda Buylla
Elaboración:
La Hermandad se decidió por el proyecto de Moreno Carbonero, el cual fue terminado de construir en 1927 en los talleres de arte del Padre Félix Granda de Madrid, y es el que se procesiona actualmente, aunque con algunas transformaciones.
Este trono supuso una gran innovación en cuanto a diseño se refiere, pues no estaba marcado por una línea barroca ni tampoco neogótica, sino que aportaba un estilo nuevo sin ningún precedente en Andalucía. Moreno Carbonero, independientemente de la belleza y elegancia formal del trono que diseñara, presenta como novedad más llamativa la forma de concebir la muerte de Cristo al diseñar una especie de catafalco o túmulo que pasa a sustituir la urna, siendo ésta una forma más humanizada de concebir y ofrecer al pueblo la muerte del Redentor del género humano.
Sus medidas aproximadas referente al cajillo son de 4,15 metros de largo por 3,10 de ancho y unos 4 metros de altura. Se procesionó por vez primera en la Semana Santa de 1927 con la Imagen del Señor que poseía la Hermandad con anterioridad a los desórdenes de 1936, la cual fue cuidadosamente restaurada para ser reposada en el magnífico y esplendoroso trono.
Restauración:
Los desórdenes que se produjeron en la ciudad de Málaga en el mes de mayo de 1931 no supusieron pérdidas en el patrimonio de la Hermandad del Santo Sepulcro, precisamente por radicar en la Iglesia de la Victoria, que milagrosamente no sufrió incendios ni saqueos.
Sin embargo, sí fueron pérdidas cuantiosas las que la Guerra Civil española en 1936 ocasionó a la Cofradía. En lo que al trono que estamos tratando se refiere, desaparece la Imagen del Señor, se destruyen los bajorrelieves laterales de la parte superior del catafalco con escenas del Nuevo Testamento e igualmente se destruyen tres de las cuatro tallas de los evangelistas que se situaban en los ángulos del trono.
La nueva talla de Prados López, sería procesionada en un sobrio y sencillo catafalco realizado por el artista Francisco Palma García junto con María Santísima de los Dolores (Servitas), en una austera y muy religiosa procesión en el año 1938. La obra realizada consistía en un fuerte armazón en forma de catafalco el cual era portado por tres varales y cubierto sencillamente con un paño de terciopelo negro con el escudo de la Hermandad en la parte frontal. Encima de este severo trono o andas, yacía la imagen del Cristo Yacente.
Para la restauración del trono que diseñara Moreno Carbonero, se mantuvieron conversaciones con el artista Prados López, pero finalmente en 1942 la reforma recae en el taller que realizara esta magna obra, Félix Granda de Madrid.
Desde el año 1939 hasta 1942 solamente se procesionó el cuerpo inferior del trono catafalco de Félix Granda junto con la Imagen de Prados López. Tras la restauración prácticamente completa del trono del Señor, a falta únicamente de los tres Evangelistas, se procesiona en la Semana Santa de 1943 y, coincidiendo con dicha restauración, una nueva talla de Cristo Yacente obra del madrileño Julio de Vicens, cuyos derechos de venta los tenía la citada Casa de Félix Granda.
La restauración del majestuoso trono que diseñara Moreno Carbonero y lo hiciera realidad Félix Granda presentó algunos cambios con respecto a su diseño original de 1927. Se sustituyeron los candelabros de los ángulos del trono por cuatro grandes hachones de cera roja.
Escultor: MIGUEL GARCÍA NAVAS
La Hermandad pidió presupuestos para el tallado de los tres Evangelistas perdidos durante la guerra a los talleres Granda de Madrid, así como al escultor malagueño Adrián Risueño, aunque no sería hasta el año 1976 cuando se realizaran, llevando a cabo esta labor el tallista malagueño Miguel García Navas, ubicando los cuatro Evangelistas justo delante de los ciriales y no detrás, como primitivamente se encontraban, consiguiendo así más vistosidad de los mismos.
En 1980, García Navas tallaría las artísticas cabezas de varales que se procesionan en la actualidad. La Hermandad consideró que todas estas reformas dieron mayor calidad plástica y suntuosidad al trono-catafalco del Santo Sepulcro, pasando a ser, sin ningún género de dudas, una de las más importantes señas de identidad de la Semana Santa malagueña, debido a la valía de tan impresionante obra de arte, así como de la exquisita originalidad exenta por completo de cualquier tipo de precedentes.
Más de veinte años después, el mismo autor, Miguel García Navas, basándose en el diseño anterior, esculpe una nueva cartela frontal desaparecida en la Guerra Civil Española.
Está formada por dos angelitos que en la parte central sostienen el escudo de la hermandad. Sobre éste encontramos un águila imperial.
Evangelistas:
En la base del trono-catafalco, y justamente encima de la bandeja, las esquinas dan cabida en un primer plano a los cuatro Evangelistas, que se reincorporarían al trono en 1976.
Capillas de los Hachones
MENSAJE ICONOGRÁFICO
El pintor malagueño Moreno Carbonero diseñó un amplio programa iconográfico para el trono del Santo Sepulcro, el cual expresa jerárquicamente las diversas épocas que vivió el pueblo cristiano en su histórico camino hacia el Mesías. En la parte inferior del trono, donde se encuentra el Friso corrido, aparecen una serie de leyendas que aluden a Jesucristo como Salvador de la humanidad:
Frontal: Miserere mei Dcus et a delicio meo munda me (Salmo 50,4). Traducción: Ten piedad de mí, oh Dios, y límpiame del pecado.
Lateral izquierdo: Chrislus factu est pro nobis obediens usquc admortem aulem crucis. Proper quod et deus exaltavit illum et dedit illi nornen quod est super omnc nomen (Liturgia del Jueves Santo). Traducción: Cristo se hizo obediente por nosotros hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual le exaltó y le dio un nombre que está sobre todo nombre.
Lateral derecho: Omnes amici mei dereliquerunt me et praevaluerunt insidiantes mihi tradiviti me quem diligebam Ínter inquos projeccrunt me et non perpecerunt animae meae (Liturgia del Jueves Santo). Traducción: Todos mis amigos me abandonaron y triunfan mis enemigos. Me traicionó aquél a quien yo amaba. Me arrojan en medio de los malhechores y no tuvieron compasión de mí.
Trasera: Amplius lava me mea et a pcccato ab iniquitatc meo munda me (Salmo 50). Traducción: Limpia del todo mi culpa y purifícame de mi pecado.
Por encima del Friso corrido se encuentra el Cuerpo tronco-piramidal del trono con relieves concernientes al Antiguo Testamento. Entre estos relieves podemos establecer dos grupos, unos realizados en plata de ley y caoba, formando cartelas o medallones tetra lobulados, y otros tallados en madera policromada y estofada que franquean las cartelas:
FRONTAL:
Mater Dolorosa: En el centro, flanqueada por dos Grupos de ángeles con los instrumentos de la Pasión, Cartela de plata representando a la Santísima Virgen con la corona de espinas en sus manos y rodeada de ángeles.
LATERAL IZQUIERDO:
Primer relieve: Cristo resucitado justiciero delante del Rey David que porta en sus manos el arpa.
Primera cartela: El Sacrificio del Cordero Pascual por Aarón (Éxodo 12,21-28). Simbología de la liberación de los cristianos por la Muerte de Jesús.
Segunda cartela: Representación del Sacrificio de Melquisedec y las ofrendas de pan y vino (Génesis 14,18). Es el símbolo de la Última Cena en la que Cristo instituye la Eucaristía.
Segundo relieve: Los profetas Isaías y Ezequiel que predijeron la llegada del Rey Mesías.
LATERAL DERECHO:
Primer relieve: Escena que representa a Moisés, David y el Arca de Noé y a Daniel alimentado por Habacuc.
Primera cartela: Moisés hace brotar agua de la roca en el desierto (Numero 20.7-13). Simbología del Bautismo de Cristo y su Misericordia con el pueblo.
Segunda cartela: Curación de la serpiente de bronce, en el desierto, a los heridos por mordeduras de los reptiles (Número 21,4-9). Simbología de Cristo como la serpiente de bronce que triunfa sobre el mal sanando las almas humanas.
Segundo relieve: Noé, Esdrás y Abraham con su hijo Isaac.
Hachones:
Realizados en caoba y bronce, siguiendo la tónica general del trono, dan cabida en sus bases a tres capillas cada uno, que formando un conjunto de doce capillas ubican, minuciosamente esculpidos en bronce, tallas de los doce apóstoles, terminando así el completo mensaje iconográfico que en su día diera la luz la exquisita pluma del genial Moreno Carbonero.
Capillas de los Hachones
MENSAJE ICONOGRÁFICO
El pintor malagueño Moreno Carbonero diseñó un amplio programa iconográfico para el trono del Santo Sepulcro, el cual expresa jerárquicamente las diversas épocas que vivió el pueblo cristiano en su histórico camino hacia el Mesías. En la parte inferior del trono, donde se encuentra el Friso corrido, aparecen una serie de leyendas que aluden a Jesucristo como Salvador de la humanidad:
Frontal: Miserere mei Dcus et a delicio meo munda me (Salmo 50,4). Traducción: Ten piedad de mí, oh Dios, y límpiame del pecado.
Lateral izquierdo: Chrislus factu est pro nobis obediens usquc admortem aulem crucis. Proper quod et deus exaltavit illum et dedit illi nornen quod est super omnc nomen (Liturgia del Jueves Santo). Traducción: Cristo se hizo obediente por nosotros hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual le exaltó y le dio un nombre que está sobre todo nombre.
Lateral derecho: Omnes amici mei dereliquerunt me et praevaluerunt insidiantes mihi tradiviti me quem diligebam Ínter inquos projeccrunt me et non perpecerunt animae meae (Liturgia del Jueves Santo). Traducción: Todos mis amigos me abandonaron y triunfan mis enemigos. Me traicionó aquél a quien yo amaba. Me arrojan en medio de los malhechores y no tuvieron compasión de mí.
Trasera: Amplius lava me mea et a pcccato ab iniquitatc meo munda me (Salmo 50). Traducción: Limpia del todo mi culpa y purifícame de mi pecado.
Por encima del Friso corrido se encuentra el Cuerpo tronco-piramidal del trono con relieves concernientes al Antiguo Testamento. Entre estos relieves podemos establecer dos grupos, unos realizados en plata de ley y caoba, formando cartelas o medallones tetra lobulados, y otros tallados en madera policromada y estofada que franquean las cartelas:
FRONTAL:
Mater Dolorosa: En el centro, flanqueada por dos Grupos de ángeles con los instrumentos de la Pasión, Cartela de plata representando a la Santísima Virgen con la corona de espinas en sus manos y rodeada de ángeles.
LATERAL IZQUIERDO:
Primer relieve: Cristo resucitado justiciero delante del Rey David que porta en sus manos el arpa.
Primera cartela: El Sacrificio del Cordero Pascual por Aarón (Éxodo 12,21-28). Simbología de la liberación de los cristianos por la Muerte de Jesús.
Segunda cartela: Representación del Sacrificio de Melquisedec y las ofrendas de pan y vino (Génesis 14,18). Es el símbolo de la Última Cena en la que Cristo instituye la Eucaristía.
Segundo relieve: Los profetas Isaías y Ezequiel que predijeron la llegada del Rey Mesías.
LATERAL DERECHO:
Primer relieve: Escena que representa a Moisés, David y el Arca de Noé y a Daniel alimentado por Habacuc.
Primera cartela: Moisés hace brotar agua de la roca en el desierto (Numero 20.7-13). Simbología del Bautismo de Cristo y su Misericordia con el pueblo.
Segunda cartela: Curación de la serpiente de bronce, en el desierto, a los heridos por mordeduras de los reptiles (Número 21,4-9). Simbología de Cristo como la serpiente de bronce que triunfa sobre el mal sanando las almas humanas.
Segundo relieve: Noé, Esdrás y Abraham con su hijo Isaac.
TRASERA:
Divina Maternidad: En el centro, flanqueada por dos Grupos de ángeles con los instrumentos de la Pasión, Cartela de plata representando a la Santísima Virgen con el Niño Jesús en sus manos, entre pequeños querubines.
En el cuerpo superior o Catafalco, se disponen escenas del Nuevo Testamento encuadradas en paneles rectangulares confeccionados en bronce y separados por pilastras. Por encima y por debajo de estos relieves aparecen esmaltes con la forma de metopas dóricas, recorriendo toda la losa sepulcral con motivos florales, vegetales, geométricos y zoomorfos.